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La Costa
viernes, abril 26, 2024

Crisis en Brasil: desalojaron el Congreso y el Planalto tomado por bolsonoristas

Fue tomado por bolsonaristas a primera hora de la tarde. El operativo de desalojo dejó al menos 200 detenidos. Lula decidió la intervención federal de Brasilia. Acusó a Bolsonaro que desde Miami negó responsabilidad

En una explosión de furia que muchos ya comparan con la toma del Capitolio, hace dos años en Washington, centenares de seguidores del ex presidente brasileño Jair Bolsonaro invadieron este domingo la sede del Congreso Nacional, el Palacio presidencial y la sede de la Corte Suprema de Brasil en una violenta manifestación que pide una intervención militar para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, una semana después de su asunción.

En medio de una gran conmoción dentro y fuera de Brasil, Lula anunció poco más tarde que decretaba la intervención federal en la seguridad en el Distrito Federal (la capital, Brasilia), hasta el 31 enero, y prometió el castigo a los “vándalos” que protagonizaron las tomas.

Luego de más de cuatro horas de máxima tensión, autoridades de Brasil confirmaron que la Policía recuperó el control de los edificios ​y logró desalojar a los manifestantes, en un operativo que incluyó gases lacrimógenos y enfrentamientos. Hay al menos 150 detenidos.

Una marea de manifestantes vestidos de amarillo y verde -los colores de la bandera y de la campaña de Bolsonaro- asaltó poco después de las 2 de la tarde las sedes de los tres poderes del Estado en la capital brasileña, en un estallido inédito de violencia que desató enseguida una ola de condenas dentro y fuera del país.

El grupo de manifestantes ultraconservadores, que defiende tesis golpistas, superó una barrera policial y subió la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado.

Afuera, en la explanada del edificio, la Policía intentó dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos.

Por su parte, Luiz Inácio Lula da Silva decretó este domingo la intervención federal en Brasilia después de que seguidores de Jair Bolsonaro tomaran el Palacio de Planalto (donde el líder del PT asumió la presidencia de Brasil hace una semana), las instalaciones de la Corte Suprema y el Congreso.

Además, Lula calificó a los invasores de “vándalos fascistas” y prometió que serán castigados “con todo el peso de la ley”

Varias horas después de los graves incidentes, Jair Bolsonaro rompió el silencio y repudió las acusaciones del presidente Luiz Lula da Silva, que lo responsabilizó por el intento de golpe protagonizado por cientos de sus seguidores que irrumpieron en el Congreso, el palacio presidencial y la sede de la Corte Suprema.

“Repudio las acusaciones sin pruebas a mí atribuidas por parte del jefe del ejecutivo de Brasil”, dijo el exmandatario en su cuenta de Twitter. Se trata de la primera vez que Bolsonaro menciona a Lula como presidente, en un reconocimiento tácito de su cargo.

Sin condenar el frustrado intento de golpe, Bolsonaro afirmó que “los destrozos e invasiones de predios públicos como los ocurridos hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2013, están fuera de regla”.

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