La Cámara de Diputados dio media sanción, con 132 votos contra 104, al proyecto de Boleta Única de Papel para instrumentar en las elecciones generales presidenciales y de legisladores nacionales en todo el país, que fue impulsado por bloques opositores, y tuvo el rechazo del Frente de Todos y la abstención de la izquierda.
En la Cámara alta el oficialismo tiene mayoría por lo que es una incógnita su definición.
La iniciativa fue sancionada por los votos de Juntos por el Cambio, del Interbloque Federal, de Juntos por Rio Negro, del Movimiento Popular Neuquino, y las dos bancadas de derecha y Ser, mientras que el Frente de Todos y el Frente de la Concordia Misionero lo hicieron en contra, y la izquierda se abstuvo.
La iniciativa inspirada en el “modelo cordobés” de boleta única de papel logró la media sanción con 132 votos a favor, 104 rechazos y cuatro abstenciones, por lo que el debate se mudará próximamente a la Cámara alta.
Si bien el ensayo de unidad amplia opositora que estrenó Juntos por el Cambio junto al interbloque Federal, los liberales y legisladores sueltos de fuerzas provinciales fue exitoso y alcanzó para asestarle un duro revés efectivo al oficialismo, en el horizonte cercano solo asoman nubarrones.
Aún en el improbable escenario de un triunfo en el Senado, lo cual solo podría producirse si un puñado de legisladores oficialistas se da vuelta y apoya el proyecto opositor, el presidente Alberto Fernández podrá ejercer el derecho constitucional al veto.
La oposición consiguió reunir un estricto quórum de 129 diputados con sus propios legisladores para abrir la sesión, ya que el Frente de Todos había anticipado que no bajaría al recinto porque considera que el tema no está en “la agenda de la gente” y que es “extemporáneo”.