La Selección argentina salió con todo para quedarse con los tres puntos ante Perú y si bien el capitán Lionel Messi nunca le había marcado un gol al equipo incaico por las eliminatorias sudamericanas, en la noche de Lima se despachó con dos, para que el equipo albiceleste gane por 2 a 0.
El capitán argentino tuvo la primera chance a los 4 minutos con un remate desde afuera del área que se fue cerca del poste izquierdo, y luego con un tiro libre que Gallese contuvo en gran forma.
A los 12 lo tuvo Perú con un remate de Abraham que se fue cerca del poste izquierdo del “Dibu” Martínez.
Pero siempre, más allá del empeño de Perú, se evidenció la superioridad del actual Campeón del Mundo, porque cada salida desde el fondo fue criteriosa y el juego de Alexis Mac Allister -con un De Paul con menos movilidad que en otras ocasiones- fue vital, sobre todo por la capacidad de conducción de Enzo Fernández y el incesante despliegue de Nicolás González.
Si bien la experiencia de Paolo Guerrero casi abre el marcador para los locales, con un remate desde lejos, la réplica albiceleste no se hizo esperar y tras una gran subida de Nicolás González por la izquierda, el centro al medio encontró el pie zurdo de Messi, para vencer a Gallese y poner el 1 a 0.
Perú tardó en darse cuenta que estaba en desventaja, pero cuando lo intentó, otra vez Messi lo despertó con un cachetazo, al capturar un centro desde la izquierda de Enzo Fernández para colocar el balón junto al palo derecho del arquero peruano.
El partido siempre estuvo bajo la órbita dominante de Argentina, por presencia, juego y distribución del balón, ante un Perú cuyo desconcierto quedó en evidencia con los cuatro cambios que realizó el entrenador Juan Reynoso en el entretiempo.
En el complemento Argentina también tuvo que hacer un cambio obligado, la salida del “Cuti” Romero y el ingreso de Pezzella, y todo estuvo armado para que Messi pudiera marcar algún gol más.
La capacidad de Julián Alvarez para ser siempre alternativa y darle los espacios a Messi, quien estuvo intratable y siempre recibió solo ante una defensa peruana que todo el tiempo le miró el número de la camiseta.
Un remate que tapó Gallese y un disparo -de derecha- desde lejos, fueron las otras ocasiones que tuvo a disposición Messi, en una noche limeña que fue todo color argentino.
Lo destacable del juego argentino fue, una vez más, que el arquero “Dibu” Martínez fue casi un espectador en la parte final del encuentro, porque Perú no supo y no pudo tener ocasiones de gol.
Argentina distribuyó el juego, mostró variantes y administró los tiempos y las energías para poder reafirmar lo hecho, lo demostrado y lo que puede llegar a venir, como si fuera necesario.