En plena controversia por los audios que mencionan presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, la vicepresidenta Victoria Villarruel aseguró este sábado que la Argentina atraviesa “un momento difícil y bastante confuso”.
La declaración la realizó en Comodoro Rivadavia, donde participó de la inauguración de una obra junto al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, uno de los referentes de Provincias Unidas, el frente conformado por distintos mandatarios provinciales.
Consultada por la prensa sobre la coyuntura política y la cercanía de las elecciones, Villarruel evitó profundizar en el escándalo y respondió con cautela: “Son definiciones políticas complejas en un contexto complicado y confuso”.
Desde su entorno remarcaron que no hará declaraciones públicas sobre la situación que involucra al ex titular de la ANDIS, Diego Spagnuolo, quien fue desplazado de su cargo, ya que considera que corresponde al ámbito judicial y que debe prevalecer el respeto institucional hacia el Presidente, pese a las críticas que éste le dirigió en las últimas semanas.
La vicepresidenta buscó centrar su mensaje en su rol institucional.
“Nos acostumbramos a que los vicepresidentes fueran una figura decorativa. No es mi caso. Presidir el Senado y recorrer el país es parte del deber constitucional que me toca”, afirmó, dejando en claro que su tarea excede el plano político-partidario.
Respecto de su relación con los gobernadores nucleados en Provincias Unidas, sostuvo que se trata de un vínculo institucional.
“Me votaron los argentinos como vicepresidente de la Nación y estoy cumpliendo con toda responsabilidad mi obligación. Más allá de los devenires políticos, parte de mi función es escuchar a los gobernadores e interiorizarme de lo que ocurre fuera de la Capital Federal”, indicó.
También fue consultada por su vínculo con Javier y Karina Milei, y respondió que mantiene “una relación estrictamente institucional”, limitada al cumplimiento de sus funciones en el marco de La Libertad Avanza.