Enrique Pinti murió durante la madrugada de este domingo, a los 82 años, en el Sanatorio Otamendi, según confirmaron el empresario teatral Carlos Rottemberg y Cipe Fridman, amiga y asistente del cómico.
El artista, que en los últimos años venía sobrellevando un cuadro de diabetes severa y problemas circulatorios en las piernas, también experimentó una depresión desde que comenzó la pandemia del coronavirus.
🌑 Elegimos despedir a Enrique Pinti -enorme referente de esta Casa Teatral- recordando su última marquesina.
Finalmente su salud no le permitió concretar el “Muy pronto” anunciado.
Sin dudas Enrique protagoniza hoy uno de los momentos tristes de la historia del teatro argentino. pic.twitter.com/Kl5wcPrE8w— Multiteatro Comafi (@multiteatro) March 27, 2022
Con su muerte, se despide un símbolo del humor argentino de los últimos 50 años, que plasmó como nadie las desventuras de nuestro país en el emblemático espectáculo Salsa Criolla, con el que bordeó las 3 mil funciones haciendo reír y pensar a varias generaciones de argentinos.
El pasado 5 de marzo, Pintie había ingresado en el Sanatorio Otamendi por complicaciones en su salud.
Desde ese momento, todo fue hermetismo en torno al actor, hasta que en las últimas horas la preocupación invadió a sus allegados y se extendió a toda la comunidad artística, que se mantuvo en vilo hasta conocer el triste desenlace.
Dueño de una verborragia y un histrionismo que los hizo marca registrada, en sus últimos espectáculos Pinti ya no había podido demostrar el despliegue de otros tiempos.
Al punto que, lejos de los bailes y los cambios de vestuario que lo caracterizaban, terminó ofreciendo sus monólogos sentado en un escritorio y parándose solo para saludar a su público al final de la función.
“Tengo en las piernas un problema, no tengo estabilidad, me caigo para un lado y para el otro, me he caído 50 veces. No me rompí la rodilla porque tengo unos huesos más fuertes que no sé qué. En un ojo tengo una obstrucción inoperable y del otro también veo poco. Entonces, tengo esto, lo otro, me río y digo: “De salud estoy muy bien”, porque, para mí, estar bien de salud es estar bien de la cabeza”, conto en uno de sus últimos reportajes.