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viernes, abril 26, 2024

Preocupa la salud del Papa Francisco: suspendió un viaje a África por su rodilla

El Papa Francisco debió suspender sin fecha el viernes su viaje a principios de julio a Sudán del Sur y República Democrática del Congo, en África, debido a los problemas de deambulación por el estado de su rodilla derecha.

Antes había hecho lo mismo con la visita al Líbano y es probable que deba también postergar su viaje a Canadá previsto para fines del mes próximo.

Los viajes “a las fronteras existenciales de la Iglesia” son muy importantes para los papas y por eso, más la necesidad de deambular en el Vaticano en una silla de ruedas y hacerse sustituir en las celebraciones religiosas más importantes, han reavivado las versiones sobre la renuncia de Francisco.

El pontífice argentino muestra un buen estado de salud, aparte la artrosis de la rodilla, la ciática y la situación de su cadera derecha que en conjunto representan una cuestión importante y difícil.

Como en la religión católica no hay un “vice papa” y su estructura de poder está supercentralizada en un monarca absoluto que padece un exceso de trabajo, basta una rodilla maltrecha para revivir la cuestión de la dimisión de un pontífice que el 17 de diciembre cumplirá 86 años.

Mucho más cuando ninguno de los casi trescientos obispos italianos que se reunieron con él para elegir al nuevo presidente de la asamblea episcopal de Italia el 23 y 24 de mayo, de la cual el Papa es su líder natural como obispo de Roma, hasta ahora ha negado una versión sugerente.

El Papa les refirió en reunión secreta los problemas de deambulación que padece y les dijo que no quiere operarse. Hace casi un año, el 4 de julio 2021, fue intervenido durante tres horas por una diverticulosis que obligó a extirparle treinta y tres centímetros del intestino grueso. Francisco les dijo a los obispos que tras la intervención había sufrido “fastidios” causados por la anestesia.

No aclaró si esos “fastidios” eran serios y hasta cuándo duraron pero les dio una noticia bomba: “Antes de operarme, ¡renuncio!”. Una fuente vaticana intentó redimensionar el anuncio y dijo que la frase fue pronunciada en tono de broma.

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