En una dura advertencia contra los piqueteros, el presidente Javier Milei enfatizó que durante su gobierno “el que corta las calles no cobra” los prestaciones sociales.
“Este nuevo contrato social nos propone un país distinto, un país en el que el Estado no dirija nuestras vidas, sino que vele por nuestros derechos. Un país en el que el que las hace, las paga“, sentenció el flamante presidente.
Y agregó: “Un país en el que quien corta la calle, violando los derechos de sus conciudadanos, no recibe la asistencia de la sociedad. Puesto en nuestros términos: el que corta, no cobra”
Este fue uno de los pasajes del discurso de Milei más celebrado por sus seguidores que se apostaron frente al Congreso para escuchar las primeras palabras del libertario tras su jura.
La referencia del flamante presidente a los recurrentes cortes de calles por movimientos sociales siguió a sus comentarios sobre la situación de la seguridad en todo el país.
“Nuestras fuerzas de seguridad han sido humilladas y enterradas durante décadas y han sido abandonados por una clase de políticas que nos llevaron a la ruina. Hoy la anomia es tal que solo el 3% de los delitos son condenados. Se acabó con el ‘siga, siga’ de los delincuentes”, afirmó Milei.
Las palabras del presidente despertaron el murmullo de la concurrencia, que espontáneamente empezó a gritar “¡policía, policía!”.
Las relaciones entre el Gobierno de La Libertad Avanza y los movimientos sociales prometen ser tensas desde el primer momento. A las políticas de ajuste pregonadas durante la campaña electoral por Milei, los principales líderes piqueteros han contestado con advertencias de movilizaciones y cortes de calles.
Uno de los primeros en mostrar los dientes fue el dirigente y referente del Polo Obrero Eduardo Belliboni, que confirmó para el 20 de diciembre la primera movilización. “Tenemos el 20 de diciembre una movilización planificada que convoca a todos los que quieran defender los derechos de los trabajadores”, dijo.
Sobre las movilizaciones y la posible respuesta del Gobierno, Belliboni no descartó “que haya palos, porque las amenazas no se hacen en vano”.