Javier Milei apareció en el cierre de su campaña presidencial, dos horas más tarde de lo previsto y eufórico. “Primera vuelta, la puta que los parió”, cantó como arenga en el arranque, que ya lo mostró con voz ronca. “Somos un fenómeno mundial”, se ufanó de su sello, La Libertad Avanza.
“Le quiero agradecer a los que contribuyeron para que este movimiento no sea de barrio, sino que además, somos un fenómeno mundial”, arrancó el economista y se puso analítico: “La verdad es que es histórico lo que hemos logrado hasta ahora. Somos la expresión liberal que ha sacado el mayor porcentaje de la historia”.
“Somos una estructura outsider y les ganamos a todos”, definió.
La grandilocuencia cruzó su discurso, más breve que la espera que debieron soportar sus seguidores que aclimataron una fiesta. Llamó, por caso, a las elecciones de este domingo “las más importantes de los últimos 100 años”.
Luego de destacar el rol de su hermana Karina -“la persona mas importante de este equipo, que es el jefe”, la llamó- el diputado que pretende llegar a la Rosada volvió a embates repetidos hasta el hartazgo, como contra “la casta”, que innovó al llamarla “maldita”, y “los micrófonos ensobrados”, en otra descalificación hacia la prensa.
Milei alternó el grito desaforado con un tono entre académico e intimista. En el primer descanso para su garganta, analizó su camino de modo confesional. “Saben que la política nunca fue mi vocación, y hace unos años ni consideraba la posibilidad de meterme en este barro”, dijo en búsqueda de complicidad.
Apeló a una curiosa anécdota que, para un outsider, lo ubicó dentro de otra campaña electoral. “Recuerdo [que] a fines de 1998 estábamos en el lanzamiento de un candidato que hasta momento parecía liberal y estábamos haciendo una fiesta en NY City y vino nuestro máximo prócer de la libertad que me dijo: ‘Usted no se va a meter en esto, ¿no?’.
“Le dije ´ni en pedo´, y miren dónde estamos“, remató. Aquel candidato era Leandro Santoro –al que ahora definió como “personaje siniestro”, y le endilgó pedir censura para libertarios en la tevé. Su “prócer”, Alberto Benegas Lynch padre, hizo de su presentador, y despertó polémica al pedir que la Argentina rompa relaciones diplomáticas con el Vaticano, a pesar de que se declaró católico.
Pero Milei construyó su perfil outsider con frases, a veces contradictorias con su idea de “casta”. “Si los argentinos no nos metemos, los políticos nos van a seguir arruinando la vida“, dijo en una dualidad de márgenes difíciles para su propio rol.
El postulante libertario ingresó al escenario porteño con notoria demora, y la transmisión del evento se entretuvo con mostrar a su novia, la comediante Florez, destacada invitada. Ante un estadio colmado, su presencia fue precedida por un video con imágenes de explosiones y edificios implosionando.
Luego, fue el turno de la canción que lo identifica, “El León”, de La Renga, bajo la cual caminó hasta el escenario en medio de sus seguidores. Entre ellos, su novia, Fátima Florez, quien se encontraba a un costado del escenario y fue enfocada por las cámaras. Ambos, se tiraron besos y dibujaron corazones a la distancia.