Como consecuencia de la sequía, la cosecha de soja, trigo y maíz caerá en 50 millones de toneladas. Aún con mayores precios, la pérdida de ingresos netos del sector productor ya asciende a USD 14.140 millones, y el impacto sobre la economía alcanza 3 puntos del PBI.
Si se agregan los servicios afectados, las pérdidas se acercan a los 20.000 millones de dólares.
La situación venía muy mal pero en los últimos días las cosas empeoraron para la producción agropecuaria. El golpe sobre el campo “ha sido dramático”, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
“No hay palabras para describir el impacto que ha tenido una campaña marcada por todos los récords históricos de tiempo: déficit de lluvias por tercer año consecutivo en el verano, olas de calor persistentes hasta entrado el mes de marzo y heladas agronómicas tan tarde como octubre en 2022 y tan temprano como febrero en 2023”, enumeró la entidad.
Cultivos, pasturas, ganado y recursos naturales, se han deteriorado “hasta dejarnos en vísperas del invierno con un vendaval de pérdidas”, lamentaron.
Sólo en los cultivos de soja, trigo y maíz, los que constituyen el 87% de la producción de granos en Argentina y del 43% de las exportaciones totales del país, las pérdidas superan los USD 14.140 millones de dólares.
Ello equivale al costo total de sembrar la próxima cosecha 2023/24 para el productor agropecuario según la BCR. Si a eso se le suma la menor demanda de fletes, de labores, y de servicios financieros, las pérdidas totales para la actividad económica nacional llegan a USD 19.000 millones.
“La sequía ya se ha cobrado 3 puntos del PBI argentino estimado para el año 2023”, señaló la entidad.
Es que ninguno de los tres principales cultivos quedó a salvo del clima y las estimaciones de producción cayeron a 11,5 millones de toneladas para el trigo, 27 millones para la soja y 35 para el maíz, cuando al encarar las siembras, en base a rindes históricos, se esperaban 19 millones de toneladas, 49 y 54 respectivamente.
En cuanto a las exportaciones netas de trigo, soja y maíz, incluyendo los aceites, harinas, biodiesel y otros derivados, la proyección de ingreso de divisas para la campaña 2022/23 caerá a USD 21.740 millones, USD 13.950 millones menos que en la campaña 2021/22 y USD 14.240 millones por detrás de lo estimado al momento de la siembra, en septiembre de 2022.
Como consecuencia, la BCR calcula que habrá una caída de la recaudación por derechos de exportación superior a los USD 2.314 millones respecto de lo esperado a la siembra, y se perderían otros USD 3.742 millones en concepto de otros impuestos, incluyendo ganancias. Así, la sequía pulverizó los ingresos del fisco estimados en un total de USD 6.056 millones.