En el marco de las celebraciones por Día de la Independencia, este sábado por la mañana se desarrolló el Tedeum en Tucumán, sin la presencia de Alberto Fernández.
El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Alberto Sánchez, presidió la celebración y llamó a “reconstruir” la Patria. “Hoy nuestra Patria es un pueblo hambriento, desconcertado, preocupado, herido”, apuntó.
El Presidente encabeza al mediodía el acto oficial en la provincia, en medio de rumores sobre posibles nuevos cambios de gabinete, en la Casa Histórica de la provincia.
En el inicio de la homilía, el arzobispo dio un discurso en el que se centró en las problemáticas sociales, y las consecuencias de los últimos años de crisis. “En muchas familias falta el pan cotidiano y el trabajo digno. Ha crecido la pobreza”, alertó.
“Hay hambre de justicia y dignidad, de respeto y cuidado de la vida en todas sus etapas. Hay hambre de paz social, de respeto a la Constitución y de democracia auténtica”, remarcó Sánchez.
Hay hambre de verdad, de una educación que ponga en primer lugar a la persona humana, que no imponga ideologías, que conduzca a pensar y realizarse dignamente”, siguió el arzobispo.
La ceremonia no contó con la participación de Alberto Fernández, que encabezará hacia el mediodía el acto oficial en la Casa Histórica de la provincia.
Del Gobierno nacional estuvieron presentes el Jefe de Gabinete Juan Manzur, el vicejefe de Gabinete de la Nación, Jorge Neme, el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; los diputados nacionales, Rossana Chahla y Victoria Tolosa Paz; las senadoras nacionales, Sandra Mendoza y Beatriz Ávila.
En ese contexto, Sánchez apuntó al arco político. “Hay hambre de confianza y trabajo mancomunado entre todos por el bien de todos”, dijo.
“Asumamos el compromiso responsable de trabajar unidos por el bien común, todos los ciudadanos, madurando en los distintos valores morales que llevan a un desarrollo humano integral. Salgamos de nosotros mismos y de nuestros propios intereses. Digamos sí a la cercanía y no al aislamiento, sí a la cultura del encuentro, no a la cultura del enfrentamiento”, remarcó.