Tras cinco años de ausencia, un tren de pasajeros volvió a circular entre las ciudades bonaerenses de Bragado y Pehuajó, lo que provocó a su paso innumerables muestras de emoción y sacó a relucir orgullo patriótico, un sentimiento de pertenencia hacia un medio de transporte que fue motor del desarrollo social y económico del país.
Las multitudes que se dieron cita, desafiando el frío tempranero de 9 de Julio, el sol intenso del mediodía en Carlos Casares y la primera franja de la tarde en Pehuajó, expresaron su alegría al ser testigos del viaje de prueba definitiva que la formación “Marcha Blanca” realizó este viernes, antes del retorno del servicio, previsto inicialmente para el viernes 5 de agosto.
La gente se agolpó en el andén, saludó la llegada del tren con vítores, agitó banderas celestes y blancas y no ocultó las lágrimas, como la de Romualdo, un veterano de mil viajes de Pehuajó, quien casi había perdido la esperanza de volver a viajar sobre vías: “No lo puedo creer, tengo 92 años y en serio que no creía que esto iba a ser realidad”.
Los testimonios se reiteraron en todo el recorrido. En 9 de Julio la multitud copó el andén. Allí, Juan Galmarini, con sus más de 40 años habitando la localidad, es uno de los tantos que solía utilizar el servicio habitualmente cuando circulaba. “Esto es una alegría enorme –dijo a la agencia Télam- porque no solo es más económico y seguro -las combis y los colectivos son muy caros-, sino porque es parte de nuestra Argentina”.