En la presentación de Boca ante Agropecuario por los octavos de final de Copa Argentina, la tremenda patada de Milton Leyendeker que recibió Exequiel Zeballos se llevó gran parte de los focos del encuentro.
Es que el Changuito tuvo que salir a los 8 minutos del primer tiempo producto de un terrible impacto que recibió y este jueves, tras la resonancia que se le realizó, se confirmó que deberá ser operado al tratarse de una lesión de gravedad.
El pibe de Boca salió llorando del verde césped por una tremenda patada en su pierna derecha, la cual tenía muy hinchada y debieron ponerle hielo en el banco de suplentes.
Apenas finalizó el encuentro ante el Sojero, el futbolista fue la clínica a realizarse estudios que no permitieron determinar con precisión la lesión debido a la inflamación en la zona.
Esta mañana, el Changuito volvió a hacerse nuevos chequeos y los mismos determinaron, según informó el parte médico oficial del club, que “sufrió una lesión de la sindesmosis tibioperonea distal con lesión del ligamento deltoideo y avulsión del maléolo posterior del tobillo derecho”.
A su vez, en el mismo comunicado se confirma que como consecuencia será operado (se llevaría a cabo hoy por la tarde).
En otras palabras, Zeballos padece una ruptura de la parte posterior de la tibia – a nivel del tobillo-, además de tener comprometido el ligamento interno y otro que une la tibia y el peroné por delante.
De acuerdo a lo que indican desde Boca, el tiempo de recuperación para que pueda volver a las canchas sería de un plazo de entre 4 y 6 meses.
Por su parte el defensor de Agropecuario, Milton Leyendeker, señaló luego del partido: Yo juego al límite”, y aún sin saber la gravedad de la lesión que le provocó a Zeballos se quejó por su expulsión.
Sin embargo, en el día después, conmovido por la noticia, salió en varios medios de comunicación para disculaporse de lo sucedido durante el partido.
“Primero que nada, no fue mi intención”, dijo Leyendeker en declaraciones a TyC Sports. “Yo voy firme a la pelota, justo me la puntea y se da que lo engancho a él. Espero que no tenga nada, le pido diculpas públicamente, no fue mi intención pegarle”, reiteró el defensor.
Luego agregó: “No entendía qué pasaba, pero después cuando vine acá al vestuario y me tranquilicé, vi la jugada y sí, es una patada fuerte pero no le quise pegar en ningún momento”.
Para finalizar señaló: “Lamentablemente lo hecho, hecho está. Solo me queda poner la cara y pedir disculpas”, dijo el experimentado exfustolista de Newell’s Old Boys que nunca fue expulsado en su deilatada trayectoria