La esperanza de un final feliz para la historia del submarino que estaba desaparecido con cinco personas a bordo desde el domingo en las profundidades del Atlántico se derrumbó de la forma más trágica.
La empresa OceanGate Expedition, operadora del Titán, y la Guardia Costera de Estados Unidos confirmaron este jueves que habían encontrado restos materiales del aparato a 3.800 metros de profundidad y que hallaron signos de una “catastrófica implosión” por lo que era imposible que los tripulantes estuvieran con vida.
Los expertos de varios países trabajaron las últimas horas con enorme tensión dado que se estimaba que el oxígeno de reserva disponible en el aparato se acabaría por la mañana.
El submarino Titán, que realizaba misiones de turismo para explorar los restos del Titanic hundido en 1912 en el lecho del océano, había perdido contacto con la superficie una hora y 45 minutos después de que se sumergiera el domingo, a unos 1450 kilómetros al este de Cape Code, Massachusetts.
Hubo cierto aliento cuando se dijo por la mañana que se habían detectado unos sonidos cerca del Titanic.
Pero más tarde la Guardia Costera estadounidense anunció que uno de sus robots había localizado “restos” del submarino esparcidos sin más detalles.
Enseguida se temió lo peor, dado que cualquier incidente que esparza restos del aparato a esas profundidades es potencialmente mortal para los tripulant