Por Roberto Blanco Macor, de FM La Marea
Se murió el Loco. Pura personalidad, Un hablador. Un revolucionario del arco. El jugador distinto que durante tres décadas dejó una huella imborrable en el fútbol argentino
Tal vez no fue el mejor, pero esta en el podio de los grandes.
En los 60s con su look Beatle y su admiración por Muhammad Alí, lo tuvo en su debut en Atlanta, luego River y Gimnasia y Esgrima la Plata.
Fue convocado por el “Toto” Lorenzo pra el Mundial 1966 y cuando lo hizo atajar en la gira previa lo uso muy nervioso. “Este pibe está muy loco”, dijo el DT y la titularidad se la dio a Antonio Roma.
Filmó la famosa publicidad de Ginebra Bols , el del gol de arco a arco y ya marcada tendencias. En el puesto de “los boludos” el era el más vivo.
En 1975 se fue a Unión y pareció que terminaba su carrera, pero allí se reencontró con Lorenzo y ya fue todo distinto.
Menotti lo convocó a la selección de Santa fe que jugó la Copa América y fue titular por tres años, atajando en 18 partidos
En 1976 llegó a Boca, con el Toto y ganaron todo, Copa Libertadores (1977 y 78) y la Copa Intercontinental (1978) y tres títulos locales (1976, Metropolitano y nacional y Metro 1981). Fue ídolo.
En la primera gira internacional de la selección fue figura y es inolvidable su partidazo bajo la nieve ante URSS, en 1976, con atajadas increíbles.
Al Mundial 1978 no fue, primero por una lesión en la rodilla, y luego porque íntimamente no sentía que estuviera a la altura de tamaño desafío (y no se bancaba estar 4 meses concentrado).
Igual su último partido con la Argentina fue una derrota 3 a 1 ante Alemania en la cancha de Boca (1977) donde se “comió” dos goles, pero el Flaco Menotti lo bancaba a muerte.
Soñaba con jugar de 9 y lo hizo en un partido amistoso de Boca (festejando un título) ante Platense y marcó un gol.
Fue campeón con Maradona en 1981 y su ego le generaba celos con Pelusa, pero con los años siempre lo defendió como el emjro del mundo junto a Pelé.
Con sus primeros ingresos fuerte se compr+o un departamento en avenida de Los Incas- donde vivió toda su vida- mientras era soltero, no tenía muebles, ni sillas, ni mesas porque preferia antes “invertir en comprar vaquitas” en pueblo bonaerense de Carlos Tejedor.
Gatti siempre le gustaba , en las concentraciones, comer junto a los juveniles, porque así le transmitiía su esperiencia y podia tomarse todo el vino de la mesa, porque a los chicos no se lo permitían.
Fue un arelantado en el uso de vestimenta diferente para los arqueros, de intensos colores y figuras extravantes.
También a la hora de conectarse con su fans que a la salida de los entrneamientos o partidos le pedian una foto o un autográfos: el loco siempre llevaba fotos suyas firmadas y las repartía. Un genio
Siguió el arco Xeneize hasta la primera fecha del Torneo de primera División 1988/89 cuando Maciel, de Deportivo Armenio le hizo otro gol de esos donde el Loco arriesgaba mucho.
El Pato Pastoriza (con orden de arriba) lo sacó e hizo debutar ante Rive, la fecha siguiente, a Carlos Navarro Montoya.
Ese fue su último partido.
El Loco”, que se retiró a los 44 años, fue poseedor de dos impresionantes récords en la historia del fútbol argentino: el primero de ellos es el de la mayor cantidad de partidos disputados en la Primera División (765), mientras que el segundo es el de mayor número de penales atajados (26, junto a Ubaldo Fillol).
Siempre dijo que seguía siendo arquero porque él nunca se retiró.
El partido de despedida se hizo en 1991, en la cancha de Vélez, muy lejos de La Bombonera, y era porque aún tenía la pica con La Doce que nunca le perdonó su apoyo al gobierno de Raúl Alfonsín.
“La Doce es peronista, el loco, Radical” le cantaron entre 1985 y 1988.
La muerte del amor, Nacha, de su vida, y esposa de 4 décadas en 2024 lo hundió en la depresión. Paseando a su perro se rompió la cadera y comenzó el calvario de u internación de 60 días.
Su familia decidió, junto a los médicos, bajarle la dosis de calmantes y el ritmo del respirador mecánico. EWl maravilloso Loco que salía del arco jugando, dominado el balón, el que bajaba la pelota con una mano, el que atajaba con “la Dios”.
El verborrágico, el ególatra divertido. El de profesión ARQUERO. E loco del “Yo, el único “.
Los que te vimos, te vamos a extrañar, mas aallá de la camiseta.