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sábado, diciembre 7, 2024

El calvario de Lucía: el juicio contra el suboficial de la Armada acusado de violarla se postergó para 2024

La víctima batalló durante cinco años para lograr que la causa llegara al debate oral, suspendido dos veces. El imputado está libre.

“Se me va la vida esperando Justicia”, dice Lucía, como pidió esta ex marinera que la llamen allá por 2016. Por ese entonces, se conoció el calvario que padecía desde 2013 cuando, según su denuncia, un superior comenzó a acosarla y, luego, eso derivó en una situación de abuso en la Base Naval de Ushuaia.

Ahora, a más de 7 años de que comenzara el acoso y a 5 de que ella lo denunciara, Lucía otra vez grita por ayuda: le pidió este miércoles a la Justicia de Tierra del Fuego que revise la decisión de postergar hasta 2024 el juicio contra el acusado

Según le dijo la ex marinera a la agencia de noticias Télam, el Tribunal de Juicio en lo Criminal de Ushuaia decidió una nueva postergación para el inicio de las audiencias hasta el 16 de mayo de 2024.

La Justicia quiere empezar el juicio en tres años, cuando se cumplirán 11 del inicio de los supuestos abusos contra Lucía, de 32 años.

2016. Se conoce un caso del acoso sexual en la base Naval de Uhuaia.

2016. Se conoce un caso del acoso sexual en la base Naval de Uhuaia.

El caso involucra al suboficial Reinaldo Cardozo, de 56 años, a quien le imputan haber abusado de la mujer cuando ella tenía 25 años. Lucía debió someterse a un tratamiento psiquiátrico y psicológico.

Cardozo está acusado de “abuso sexual simple en concurso ideal con abuso sexual agravado con acceso carnal y por pertenecer el imputado a una fuerza de seguridad, los que concurren idealmente con el delito de amenazas coactivas y mediando violencia de género“.

Según especialistas, la causa puede sentar un precedente histórico porque “ventila hechos sucedidos dentro de una institución militar, pone en juego los códigos de silencio entre miembros de la Fuerza y echa luz sobre la violencia de género en ámbitos castrenses”, explicaron fuentes judiciales.

A 17 días

La fecha prevista para el inicio del juicio era el 29 de junio de 2020, pero debido a las restricciones sanitarias por la pandemia de coronavirus, el Tribunal suspendió las audiencias.

Luego, los jueces Alejandro Pagano Zavalía, Maximiliano García Arpón y Rodolfo Bembihy Videla resolvieron esta nueva postergación.

Lucía denunció a un superior.

Lucía denunció a un superior.

Lucía, como pidió siempre que se la identifique para resguardar su identidad, batalló durante 7 años hasta lograr que la justicia procesara a Cardozo por un rosario de delitos que incluyen el abuso sexual, amenazas y la violencia de género, según surge del expediente judicial.

“Se me va la vida esperando Justicia. Me costó mucho romper las cadenas del silencio para poder denunciar lo que me pasó. Fueron años de lucha y padecimientos, tanto físicos como psicológicos, que tuve que atravesar”, contó Lucía.

Lucía y su abogada, Sofía Barbisan, realizaron una presentación para solicitar que se adelante el juicio y no tenga que esperar otros tres años.

“Me genera una angustia tremenda saber que este abusador sigue libre, viviendo una vida normal y en actividad dentro de la Armada, donde yo sufrí su violencia y también la violencia institucional. Confío plenamente en la justicia fueguina, y por ello pido a los jueces que revean esta situación“, sostuvo la ex marinera.

También dijo que solicitó la intervención del Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, y del director nacional de Políticas contra la Violencia Institucional, Mariano Przybylski.

“Necesito que mi caso siente un precedente dentro de las fuerzas armadas, que se termine la violencia de género y la violencia institucional. Y también quiero justicia y tranquilidad“, expresó Lucía, que sigue viviendo en Ushuaia y tiene otro empleo.

Un sueño roto

“Ingresé a la Armada en 2011 porque ser militar era un sueño y un anhelo. Yo veía los uniformes y sentía orgullo. Creía que podía servir a la Patria”, recordó.

Dos años después, comenzó el infierno. Lucía afirma que los abusos se produjeron a partir de 2013, cuando su superior, quien casi la doblaba en edad, estaba casado y tenía hijos, comenzó a acosarla sexualmente, hasta que en uno de esos hechos la encerró en un depósito y la violó. Cardozo era su jefe directo.

Otros abusos y persecuciones se habrían producido en 2014, luego de un período en el que el suboficial no estuvo destacado en Ushuaia. Según Lucía, todavía se paraliza cuando ve un uniforme militar.

“No puedo evitarlo. De hecho junté toda mi ropa castrense y la tiré a la basura. Necesito cerrar esta etapa“, concluyó.

Para entrar a la Armada, Lucía tuvo que realizar el curso en Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca. Luego regresó a Ushuaia, donde su primer trabajo dentro de la fuerza fue el de camarera en la casa de suboficiales, a quienes les servía la comida.

La mujer comenzó denunciando los hechos ante el superior del suboficial, un militar con el grado de teniente, quien de inmediato le hizo sentir cómo sería la situación.

Tu palabra contra la de él no tiene valor. Además, la Armada te está dando trabajo, una casa, una obra social y la atención para tu hijo (que estaba siendo tratado por una enfermedad en Buenos Aires). No te conviene hacer nada“, le advirtió, según recordó Lucía en un reportaje de 2020.

Como la marinera insistía, comenzaron las “amenazas y persecuciones“: el acusado le bajó todos los conceptos de su legajo personal, por lo que al poco tiempo fue despedida como militar y reincorporada como personal civil.

En 2014, Cardozo fue trasladado a otro destino, pero al año siguiente regresó a Ushuaia y comenzó a acosarla otra vez. Fue ahí cuando la joven decidió hacer la denuncia ante la justicia.

Primero intervino la Justicia Federal, que se declaró incompetente, y después un juez provincial que no halló pruebas contra el acusado, quien fue beneficiado con dos “faltas de mérito”, hasta que el expediente quedó “en reserva” por falta de nuevas evidencias.

Lucía cambió de abogado y logró que la Cámara de Apelaciones apartara al juez y designara a una jueza, María Cristina Barrionuevo, que le dio un nuevo enfoque a la investigación.

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