El presidente Alberto Fernández se mostró de acuerdo con la homilía pronunciada por el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires.
“Suscribo cada palabra que dijo”, afirmó Fernández.
Sostuvo que “las del cardenal fueron palabras muy reflexivas que definitivamente comparto y que valoro mucho. Fueron palabras muy propicias, habla de esto que yo siempre digo, repitiendo al Papa Francisco, de que nadie se salva solo y que todos necesitamos del otro“.
El jefe de Estado había transmitido mensajes para serenar la interna en la coalición gobernante.
“La unidad depende de nosotros”, le dijo el presidente Alberto Fernández a sus principales funcionarios, durante un desayuno de chocolate con churros que compartieron antes de participar del Tedeum por el 25 de mayo.
El jefe de Estado llegó a las 10:40 para saludar a sus colaboradores y posar para la tradicional “foto de familia”.
La primera dirigente que recibió el abrazo del mandatario fue la embajadora y ex ministra de Justicia criticada por el kirchnerismo, Marcela Losardo. Fernández insistió en que “la unidad depende de nosotros, es una decisión individual de cada uno de nosotros”.
Y agregó: “Conmemoramos el 25 de mayo de 1810, fue el comienzo del camino hacia la independencia y coincidió con el día que llegamos con Néstor en 2003. El mensaje para los argentinos es más unidad que nunca. Es un tiempo muy difícil en el mundo, tenemos que trabajar por la paz y voy a pedir por la paz a donde vaya. Es un tiempo de reencuentros y no podemos darnos el permiso de someter a la humanidad a más daños”.
El primero de los ministros en arribar a la cita fue el de Seguridad, Aníbal Fernández. Detrás empezaron a ingresar a la Rosada Gustavo Beliz, Julio Vitobello, la vocera Gabriela Cerruti y el jefe de Prensa, Juan Ross.
Luego se sumaron la diputada nacional Victoria Tolosa Paz, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, el secretario de Malvinas, Guillermo Carmona, y el vicecanciller, Pablo Tettamanti, los ministros de Justicia, Martín Soria, y de Agricultura, Julián Domínguez.
DIsfrutaron de una larga mesa con churros, pastelitos de batata y de membrillo. Para beber, una infusión clásica para la fecha: chocolate caliente.
Eduardo “Wado” de Pedro, ministro del Interior y hombre de confianza de la vicepresidenta Cristina Kirchner llegó casi al mismo tiempo que el ministro de Economía, Martín Guzmán, que esta semana ganó poder interno tras la renuncia del secretario de Comercio Roberto Feletti. Detrás arribó el canciller Santiago Cafiero, quien aplazó un par de horas un viaje a México para poder sumarse a las celebraciones oficiales, y el ministro de Defensa Jorge Taiana.
Carla Vizzotti (interviene en la Asamblea Mundial de la Salud, en Ginebra, Suiza) y Elizabeth Gómez Alcorta, le quitaron presencia femenina al desayuno, ya que ambas están de viaje por el exterior.
Otros dos funcionarios del Gabinete que faltaron fueron Matías Lammens (Turismo), Claudio Moroni (Trabajo) y Vilma Ibarra (secretaria de Legal y Técnica).
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, que suele ser uno de los primeros en ingresar a Casa Rosada durante los días hábiles, rompió la tradición y fue uno de los más rezagados. Entró casi a la par que el presidente Fernández.
El mandatario arribó en helicóptero pero no ingresó a bordo de un auto por la explanada sino que lo hizo por una puerta lateral a pie. Luego de los saludos y de las fotos en el Salón de los Bustos, conversó brevemente con los periodistas acreditados.
El Presidente y los funcionarios caminaron desde la Rosada a la Catedral por la calle Rivadavia. El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, también participó de la breve peregrinación, sumándose en la explanada de la Casa de Gobierno.
Mientras caminaban, con la Plaza de Mayo totalmente vallada, sin lluvia pero con mucho frío, varios militantes identificados con banderas argentinas y con un par de pancartas del Movimiento Evita, vivaron al Presidente y a sus acompañantes.
La ausente vicepresidenta Cristina Kirchner publicó un mensaje en redes sociales para conmemorar el Día de la Patria. “Con el mismo amor de siempre a nuestro país y a nuestra historia, aún en momentos tan difíciles para nuestro pueblo, hoy más que nunca: ¡Viva la Patria argentinos y argentinas!”, escribió.
La ex jefa de Estado no participó del Tedeum que se realizó en la Catedral Metropolitana. Viajó al sur con su hijo, el diputado nacional Máximo Kirchner. Su última aparición pública fue en la provincia de Chaco, donde lanzó fuertes críticas al equipo económico en medio de la interna política que la enfrenta al Presidente