El Gobierno descongelará desde este jueves un impuesto que tiene incidencia en el precio de la nafta y el gasoil, por lo que habrá un nuevo aumento en los surtidores a partir del primero de febrero.
Los tributos son el que se cobra al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que se encuentran pisados desde julio de 2021.
Hasta ahora, tanto las petroleras como los empresarios dueños de las estaciones de servicio no tenían confirmada la suba.
En el mercado se estimaba que el aumento podría rondar el 11%. Así, el litro de nafta súper pasaría de $ 699 a $ 775 en los surtidores de YPF, mientras el valor de la premium subiría de $ 862 a $ 956. Siempre tomando los valores que se ven en la Ciudad de Buenos Aires.
En detalle, los impuestos al combustible tienen un mecanismo de actualización basado en la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec del trimestre previo en línea con lo que prevé la normativa vigente desde 2018.
Desde mediados de 2021 que se prorrogan ininterrumpidamente y el último congelamiento vence este jueves.
“La decisión en ese punto será de cada una de las empresas. No nos vamos a meter en eso”, comentó una fuente oficial que calculó que la suba total podría rondar el 10 por ciento.
La decisión que oficializará este jueves Energía a través del Boletín Oficial es un punto importante para las necesidades fiscales del ministro de Economía, Luis Caputo.