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viernes, abril 19, 2024

“Combo de vacunas”: el atajo de la ciencia que puede cambiar la forma de inmunizar contra el Covid

La de AstraZeneca ya se alterna en Europa con la de Pfizer. Y está en estudio combinar también la de Oxford con la Sputnik V. China analiza alternar las suyas. Qué puede pasar en Argentina.

El Covid-19 tiene menos de un año y medio de vida. Cada paso adelante que hoy da la ciencia o la política (no siempre van de la mano) puede ser mañana objeto de revisión. Ya ocurrió con supuestos saberes sobre el coronavirus previos a las vacunas, luego enmendados, y no sería extraño que lo mismo vuelva a ocurrir a partir de ellas. El camino siempre es hacia adelante.

La única certeza inalterable: la vacunación masiva será la salvación contra las garras de la peste. Para eso resultan clave la confianza de la población y, en pos de ese fin, que la gente cuente con información clara sobre los motivos que llevan a los Estados a tomar determinadas decisiones.

Las vacunas disponibles se han aprobado en tiempo récord. A la vez, siguen siendo el insumo más demandado y escaso de la pandemia. En ese contexto  ha surgido una nueva estrategia de inmunización: la alternancia de dosis de vacunas diferentes laboratorios. Lo que se conoce como “vacunación heteróloga”.

Los efectos adversos normales al combinar dos marcas diferentes de vacunas, según los reportes de los ensayos conocidos hasta ahora, han sido levemente superiores a los que acarrea el esquema tradicional. Las autoridades sanitarias de los países que ya avanzan con la iniciativa aseguran que el método es seguro. También han determinado un aceptable nivel de eficacia.

El puntapié inicial lo dio Europa, al establecer este nuevo estándar de vacunación: recomiendan a los menores de 60 años, que han recibido la primera dosis de AstraZeneca, aplicarse como segunda dosis otra de ARN mensajero (Pfizer o Moderna).

La vacuna de AstraZeneca, que empieza a llegar en cantidad a la Argentina. Foto: Reuters

La vacuna de AstraZeneca, que empieza a llegar en cantidad a la Argentina. Foto: Reuters

En Francia, Alemania, Noruega, Suiza, Dinamarca y España la iniciativa surgió luego de la decisión de no vacunar con AstraZeneca a la población más joven, a partir del reporte de casos muy raros de trombosis (algunos mortales) tras la aplicación de la primera dosis. Un estudio realizado en Dinamarca y Noruega señala un promedio de 2,5 eventos cada 100 mil vacunaciones.

Dicho camino fue elegido por Europa a pesar de que tanto la Organización Mundial de la Salud como la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dijeron que los beneficios de la vacuna de AstraZeneca siguen siendo mayores que los riesgos.

En la Argentina la vacuna de AstraZeneca está autorizada para mayores de 18 años desde el 30 de diciembre de 2020. A partir de la llegada este lunes de un nuevo lote 2.148.600 dosis se convertirá en la opción mayoritaria del portfolio local, mientras se esperan más Sputnik V.

España no prohibió a sus ciudadanos menores de 60 años recibir la segunda dosis de AstraZeneca, pero para hacerlo deben firmar un consentimiento informado. Inglaterra, cuna de la vacuna, no la aplica a menores de 40. En Sudamérica, Paraguay y Uruguay no la dan a menores de 60 años.

Evidencia insuficiente

Para la OMS, no hay evidencia suficiente -aún- de que la combinación de dos vacunas pueda ser un método definitivamente eficaz como protección contra el coronavirus. Y recomendó que los esquemas de vacunación se completen con la misma marca que se aplicó en la primera dosis.

Sin embargo, en los países antes mencionados se ha decidido avanzar por la vía alternativa. En las últimas horas, la EMA le ha dado un espaldarazo al método, aunque reclamó que se sigan desarrollando más estudios.

El consorcio europeo Vaccelerate, en el que participa España a través del Instituto de Salud Carlos III, considera desde hace meses la vacunación heteróloga como prioridad. Pero el factor que aceleró la puesta en marcha de varias pruebas, entre ellas el ensayo CombivacS, fue la decisión de reservar la vacuna de AstraZeneca para pacientes mayores de 55 o 60 años.

Para el infectólogo argentino Eduardo López, la vacunación combinada es por ahora un camino inmaduro. “La posibilidad de intercambiar vacunas se está empezando a estudiar, pero hay pocos resultados publicados”, dijo el experto, integrante del equipo de asesores del Gobierno.

López detalló: “The Lancet publicó los resultados de un estudio que combina Pfizer como primera dosis y AstraZeneca como segunda, y viceversa. Se demuestra que hay mayor inmunogenicidad pero no de grado importante, sino moderado. Otros estudios conocidos no están hechos en un número suficiente”.

La propuesta del “combo de vacunas” genera cierta desconfianza en la población. Días atrás, una usuaria española de Twitter mostró una fila de vacunación en Murcia para aplicarse la segunda dosis: mientras la de AstraZeneca es muy extensa, la de Pfizer se ve desierta.

Fila para darse la segunda dosis en Murcia. Gran demanda para AstraZeneca y poca para Pfizer. Foto: Twitter

Fila para darse la segunda dosis en Murcia. Gran demanda para AstraZeneca y poca para Pfizer. Foto: Twitter

Si bien la iniciativa por ahora parece provocar desconcierto, no quita que la combinación de vacunas pueda en un futuro cercano imponer su hegemonía. Harían falta -como cree López- más resultados concluyentes que profundicen en la variable de la efectividad.

Algo similar planteó Roberto Debbag ante la consulta de Clarín. El presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica afirmó: “Tiene que haber mucha evidencia, presentada científicamente y aceptada, y recién después comunicarla, porque si no después hay caos”.

Hasta el momento hay tres modelos de vacunas en el mundo para generar protección contra el Covid: las que contienen el virus inactivado (Sinovac y Sinopharm), las que poseen un ARN mensajero (Pfizer y Moderna), y las que utilizan vectores de adenovirus (AstraZeneca, Sputnik V, Johnson & Johnson y CanSino).

Las dos vacunas que más se aplican en la Argentina, AstraZeneca y Sputnik V, también son objeto de un ensayo combinatorio para determinar si es viable dar una primera dosis de la de Oxford primero y la rusa 28 días después, o viceversa.

El trabajo avanza con algunas demoras burocráticas en Rusia y otro países de la ex URSS. Los resultados se esperan hacia fines de año. De esas conclusiones dependerá si nuestro país, ante la escasez de alguna de las dos vacunas, eventualmente puede articularla con la otra. “Para nosotros es una utopía hablar hoy de vacunación heteróloga”, consideró Debbag.

Una potencial combinación con la que se especuló en los últimos días en Argentina sería aplicar como segunda dosis de la Sputnik V la de Cansino -que el Gobierno ya anunció que comprará-, ante la escasez del segundo componente de la vacuna rusa.

Esta vacuna china se basa en el adenovirus 5, que es precisamente el que se usa para el segundo componente de la Sputnik. Para Debbag, utilizarla como segunda dosis no sería un buena opción: “La de Cansino es una vacuna de una sola aplicación y se estaría desperdiciando el recurso”.

Otra combinación en carpeta que se ha anunciado, pero de la que se tiene poca información, es la de las vacunas Sinovac y Sinopharm. China ya ha anunciado que se encuentra en ese plan para potenciar la efectividad. Fue tras haber confirmado que sus fórmulas ofrecen una protección menor contra el Covid que las otras competidoras del mercado.

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