Según datos revelados por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), la pobreza alcanzó al 52% de la población argentina, mientras que la indigencia subió hasta el 17,9% durante el primer semestre, lo que representan los valores más altos registrados desde el 2004.
Por caso, la UCA destacó que en contraposición el año pasado según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en 2023 la pobreza alcanzaba el 41,7% y la indigencia era del 11,9%.
Además, el índice publicado por la UCA, refleja un promedio entre los dos primeros trimestres del año, donde el ODSA puntualizó que la pobreza llegó al 54,9% en enero, febrero y marzo, mientras que descendió a un 49,4% en el segundo trimestre del año (abril, mayo y junio).
Por otro lado, durante los primeros tres meses del año, el 20,3% de la población se encontraba debajo de la línea de indigencia, mientras que entre abril y junio, ese número decreció hasta el 15,9%,según datos que provienen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
Uno de los encargados de elaborar el informe, Agustín Salvia, analizó en profundidad el estudio y señaló que, tanto la pérdida de puestos de trabajo en el sector informal de la economía y el bajo salario en el sector privado, fueron dos factores determinantes para los altos niveles de pobreza e indigencia.
Sobre los trabajadores formales del sector privado, el especialista detalló que casi la mitad de la población gana menos de la Canasta Básica Total (CBT), que en julio trepó a $900.648 y que acumula un aumento del 81,7% en lo que va del 2024, según datos oficiales del INDEC.
”El sector de los trabajadores informales pobres, que cayó en la indigencia y que depende en gran medida de los programas sociales, no se recuperó. Es en este contexto que se observa una mayor desigualdad entre los distintos sectores trabajadores”, agregó el director del ODSA.
En este contexto, Salvia explicó que el pequeño “rebote” en la curva de la pobreza y la indigencia, se debe en principio a la baja de la inflación sumada a los aumentos de los salarios de los trabajadores del sector privado, que solo recuperaron parte de lo perdido entre enero, febrero y marzo; mientras que para los trabajadores del sector informal y público la recuperación fue menor.
”Se recuperaron principalmente las clases medias trabajadoras, el segmento técnico profesional, con cierta calificación, en ramas dinámicas. Mientras tanto, los trabajadores del mercado de consumo, la industria y la construcción no recibieron aumentos salariales en la misma proporción que la inflación debido a la caída del nivel de actividad”, indicó el investigador de la UCA.