Jorge Hugo Montenegro, un enfermero jubilado de 72 años, fue sentenciado por el delito de promoción y facilitación de la prostitución de menores y explotación económica del ejercicio de la prostitución de menores de edad, condenándolo a 10 años de prisión.
Según indicó el portal Entrelíneas, la Justicia pudo comprobar que Montenegro vendía pastillas de clonazepam en su domicilio. Una de las niñas acudía a comprarlas y el hombre la indujo a prostituirse con hombres mayores de edad en el lugar, obteniendo de esto un rédito económico.
La orientadora escolar de la escuela a la que la niña asistía indagó por las constantes inasistencias que registraba y a partir de allí se pudo saber que era por esta situación en la que la había sumergido Montenegro y a partir de allí se llegó al proxeneta.
La pericia sobre los teléfonos permitió comprobar la operación del hombre, que ofrecía los servicios sexuales a través de esta vía. El testimonio de la niña, además, permitió determinar que había otras chicas de 15, 16 y 17 años en su misma situación.
El sujeto había sido detenido en el mes de febrero tras un operativo llevado a cabo en su vivienda de Mar de Ajó, en el que se habían podido incautar importantes pruebas para la causa como el celular del hombre y una serie de anotaciones que revelaron el tarifario del lugar: a tres mil pesos la hora.
Además, se secuestraron preservativos, una notebook y un revólver calibre 22, cargado con 6 municiones.